Un cierto día, un buey y un faisán se hallaban en un prado. Mientras el buey pacía, el faisán le quitaba las garrapatas: formaban una pareja perfecta. Al mirar un enorme árbol situado en el linde del terreno, el faisán exclamó:
- ¡Ay! hubo un tiempo en que podía volar a la rama más alta del árbol, pero ahora no tengo suficiente fuerza en las alas ni siquiera para alcanzar la más baja.
- Prueba a comer un poco de mi mierda todos los días y observa qué sucede. En dos semanas llegarás hasta arriba - respondió el buey con naturalidad.
- ¡Pero qué tonterías estás diciendo! - replicó el faisán.
- Pruébalo y verás. Toda la humanidad está en ello - insistió el buey.
El ave comenzó a picotear, vacilante. Y mira por dónde, el primer día ya podía volar hasta la primera rama, y al cabo de quince días ya había conseguido ascender hasta la rama más alta y se posó sobre ella para disfrutar de las vistas.
Un viejo granjero que se medía en su sillón vio al faisán bien cebado en lo alto del árbol y, sin dudarlo, sacó su escopeta y lo abatió de inmediato.
Moraleja: ¡aunque la mierda puede hacerte llegar a la cima, no deja que permanezcas arriba!
Leído en el libro de Sadhguru sobre ingeniería interior.
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